A todo le llega su momento. Todos sabemos que nada dura para siempre, y que ninguno de nosotros puede estar haciendo la misma cosa hasta el final, con excepción de Rosa Camelo.
Por eso, y muchas otras razones que NO diré, es que he tomado la decisión de abandonar este espacio. No piensen que fue debido a algún problema con alguien, sea profesor o alumno, lo que pasa es que ya no le veo futuro a este espacio.
Mi correo está disponible para cualquier proyecto en el que deseen que participe, y lo seguré checando continuamente. No obstante, y a pesar de que este blog seguirá para quien lo quiera o necesite consultar, simplemente ya no subiré más entradas. Esta decisión es definitiva . No tengo interés en subir más reseñas sobre profesores, si alguno de ustedes gusta hacerlo puede postearla como comentario en la entrada que guste, y esto también puede ser anónimamente. No necesitas cuenta de Google para comentar.
Solo me queda agradecerles a todos ustedes que durante mucho tiempo leyeron y comentaron a favor, incluso en contra de lo aquí descrito. También a aquellos que tuvieron la confianza de contarme sus situaciones y pedirme consejo o ayuda, aquellos quienes leyeron mis entradas e hicieron breves correcciones o precisiones sobre datos que pudieron haberse publicado erróneos, tanto en comentarios aquí como en mi cuenta de correo.
Pero principalmente agradezco a las personas sin las que este espacio jamás hubiera sido posible: los profesores. Yo sé que algunos no merecían tanta pedrada, mientras otros que sin duda debieron haberla recibido jamás fueron mencionados aquí. Lo lamento en verdad, pero espero que eso sea posible algún día, aunque no sea yo quien lo redacte. Y un agradecimiento enorme a Eduardo Ibarra y Judith de la Torre, las dos personas idóneas para despedazar en un lugar como éste. Yo sé que jamás leerán esto, porque ni han de saber usar una computadora, pero corresponde a nosotros, aunque jamás los corran por incompetentes, al menos nos burlemos de ellos y de lo deplorable de sus materias.
Hasta entonces pues, nos veremos en la facultad, compartiremos clases, o tal vez no, pero siempre tengan presente como historiadores lo que dijo alguna vez el buen Blaise Pascal hace mucho más de un siglo:
"Más vale saber algo acerca de todo que saberlo todo acerca de una sola cosa. Esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir.""
Por eso, y muchas otras razones que NO diré, es que he tomado la decisión de abandonar este espacio. No piensen que fue debido a algún problema con alguien, sea profesor o alumno, lo que pasa es que ya no le veo futuro a este espacio.
Mi correo está disponible para cualquier proyecto en el que deseen que participe, y lo seguré checando continuamente. No obstante, y a pesar de que este blog seguirá para quien lo quiera o necesite consultar, simplemente ya no subiré más entradas. Esta decisión es definitiva . No tengo interés en subir más reseñas sobre profesores, si alguno de ustedes gusta hacerlo puede postearla como comentario en la entrada que guste, y esto también puede ser anónimamente. No necesitas cuenta de Google para comentar.
Solo me queda agradecerles a todos ustedes que durante mucho tiempo leyeron y comentaron a favor, incluso en contra de lo aquí descrito. También a aquellos que tuvieron la confianza de contarme sus situaciones y pedirme consejo o ayuda, aquellos quienes leyeron mis entradas e hicieron breves correcciones o precisiones sobre datos que pudieron haberse publicado erróneos, tanto en comentarios aquí como en mi cuenta de correo.
Pero principalmente agradezco a las personas sin las que este espacio jamás hubiera sido posible: los profesores. Yo sé que algunos no merecían tanta pedrada, mientras otros que sin duda debieron haberla recibido jamás fueron mencionados aquí. Lo lamento en verdad, pero espero que eso sea posible algún día, aunque no sea yo quien lo redacte. Y un agradecimiento enorme a Eduardo Ibarra y Judith de la Torre, las dos personas idóneas para despedazar en un lugar como éste. Yo sé que jamás leerán esto, porque ni han de saber usar una computadora, pero corresponde a nosotros, aunque jamás los corran por incompetentes, al menos nos burlemos de ellos y de lo deplorable de sus materias.
Hasta entonces pues, nos veremos en la facultad, compartiremos clases, o tal vez no, pero siempre tengan presente como historiadores lo que dijo alguna vez el buen Blaise Pascal hace mucho más de un siglo:
"Más vale saber algo acerca de todo que saberlo todo acerca de una sola cosa. Esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir.""
Hasta luego