Visitas aproximadas

María Rosa Palazón


(Sí, Maria Rosa, no Rosa María)

¿Quién es? Siempre en la primera clase dice, en lugar de saludar: “soy una sobreviviente de la generación del 68”. Fuera de eso, solo sé que historiadora NO es. Publicó un texto “Filosofía de la Historia” en el cual se basa su materia. Es tan malo, que el señor Sarukhan lo llegó a comprar, le pidió a Palazón que se lo autografiara, y después lo donó íntegro, tal vez sin leerlo, a la Biblioteca Central. Aún puedes ver ese ejemplar autografiado en el tercer (en realidad es el quinto) piso, y dice “Para el señor Sarukhan con cariño de MRP”.

Imparte: Filosofía de la Historia.

Descripción: El asistente, un tipo como de treinta años y rapado, comienza a hablar exactamente a la hora a la que empieza la clase. Indica los requisitos para poder pasar la materia, un recuento al principio de cada sesión (tienes que ser hiper-puntual para hacerlo, ya que el tipo lo es) un trabajo final, una exposición sobre un libro y un examen. Si careces de alguno de estos elementos al final del curso, ni sueñes pasar ya que “la doctora insiste mucho en esto” (frase recurrente al principio de cada semestre). A la mitad de la clase verás a “la doctora que insiste” llegar, acompañada de su pareja, un señor más anciano que ella que por cierto le carga sus cosas. (Ella no está lejos de su séptima década). Es tan puntual que nunca llega antes o después de la mitad exacta de la clase los lunes llega media hora tarde, y los miércoles, una hora. Aquí es donde me cuesta más trabajo reseñarte su clase. ¿Por qué? Seguro te preguntas eso, y la respuesta es muy simple: ella tiene una voz peor que la de Marlon Brando en “El Padrino I”, y fomenta que mientras ella habla tú te pongas a pensar en otros temas que poco tienen que ver con la clase. Habrá quien esté muy atento, pero en mi caso es sumamente difícil ponerle atención. De pronto hace gritos y sonidos graciosos pero suponemos mis compañeros y yo que eso es con la finalidad de que no te duermas. Cuando la clase dura una hora, el lunes, esto es fácil de manejar, pero cuando la clase comienza a las 8 a.m. los miércoles, además de que aún vienes con sueño, es difícil soportar dos horas de rollo retórico y debraye sobre qué es el ser, el HOLON, el cronotopo, o que “la literatura nació de la historia” (no estoy de acuerdo, pero dejémoslo) entre otras cosas. No te duermes generalmente porque hace frío, pero tampoco te aseguro que te vas a divertir. El segundo semestre es más de lo mismo, porque los de Filosofía la inscriben como optativa y por lo tanto no lleva una continuidad sino que repite el curso anterior. Tú, POR lo tanto, como la tienes de obligatoria, chútate una vez más el rollo retórico y debraye sobre qué es el ser, el HOLON, el cronotopo, o que “la literatura nació de la historia” entre otras mil cosas, más de filosofía que de historia, porque la ñora ni historiadora es. Ella nunca va a llegar temprano pero tú tienes que hacerlo al menos dos veces, el día que vas a dar el recuento y el día del examen.

Inscríbela si: Queda en el horario. Y si te gusta alguien de filosofía, con quien sueñas compartir salón alguna vez. Con muchísima suerte, él o ella también la inscribió.

No la inscribas si: piensas que no vale la pena levantarte tan temprano y sufrir manoseos, calor tectónico subterráneo y humano, compresión excesiva en el metro solo por llegar a aburrirte. Tal vez Gibrán sea una mejor opción, porque es más fácil pasar con él, solo por eso (es decir, el tipo es barco). Yo te lo digo, no vale la pena levantarte tempra y padecer un largo viaje en metro solo por este debraye sobre qué es el ser, el HOLON, el cronotopo o que “la literatura nació de la historia” entre otras mil cosas.

13 comentarios:

Samuel Walpole dijo...

Nueva sección. Para respetar la integridad de las reseñas, dejaré ésta como comentario

¿Prepara su clase?: Por lo visto lo hizo una vez, y creo que jamás lo volverá a hacer, ya que lleva décadas impartiendo el curso igual

Anónimo dijo...

Que pena que se manifieste tanta ignorancia en un sitio público y con tanta pretención de saber se vitupere a los profesores de nuestra facultad.

La doctora María Rosa Palazón, al igual que muchos otros, como José Enrique Covarrubias, no imparte una cátedra para niños. Entiéndelo. Sus clases no tienen el fin de entretener ni divertir a nadie. Si sabes escuchar y tienes la madurez suficiente para tomar lo mejor de la materia, te gustarán las clases, de otra forma te aburrirás y pensarás que es un desperdicio de tiempo que un filósofo le hable a un historiador. Que pena, insisto, que alumnos que pretenden divertirse en clase tengan un lugar en la UNAM. Yo tomé la materia y me pareció estupenda, Palazón es una mujer inteligente que nos hace un gran favor al dar clase en el colegio de historia, y lo mismo se puede decir de Covarrubias.

Una cosa más. Que sarukhán (con acento en la a) donara el libro de Maria Rosa Palazón no es indicativo de nada, el ex rector es biólogo y poco o nada podrá saber de filosofía.

Espero que para respetar la libertad del blog dejes mi comentario

Atentamente,
Vezcaly

Samuel Walpole dijo...

Otra cosa más, que Prigogine, física rusa, es empleada y malinterpretada por Palazón para justificar su pegote teórico del HOLON, el cronotopo o que “la literatura nació de la historia” entre otras mil cosas. ¿por qué desacreditar a los de ciencias exactas, si tu ídola los emplea para su "filosofía de la historia"? y nunca dije que el libro de la BC haya pertenecido al ex rector biólogo. Haz una encuesta y verás como muy pocos piensan que vale la pena entrar a las 8:00 am para oir sus disparates de esta tipa impuntual. Solo la gente que se impresiona con cualquier cosa, la gente que tiene un criterio diminuto, y se maravilla ante cualquier profesor de edad, pensará que esto es una maravilla. Por favor dime que ella te mandó escribir esto, o me decepcionarás mucho. Vezcaly. Y no soy tan cerrado como para pensar que un historiador no debe escuchar, o leer a un filósofo. Los únicos que leen su libro son aquellos que van a presentar su examen. Para empezar, alguien que dice que la filosofía de la historia tiene algo que ver con el plástico da la apariencia de que le falta un tornillo. Feliz final de semestre, disfruta de tus manoseos en el metro. Aunque es probable que no lo uses para llegar a la facultad, por eso la amas.

Euskadi dijo...

Los comentarios sobre los profesores Palazón y Covarrubias me parecen respetables, porque al final de cuentas cada persona tenemos opiniones diferentes. Además considero que ambos docentes tienen aspectos positivos y negativos acerca de la manera de impartir la clase y, precisamente, este espacio es para expresar sugerencias buenas y malas. Gracias por permitir la libre expresión

Euskadi dijo...

Los comentarios sobre los profesores Palazón y Covarrubias me parecen respetables, porque al final de cuentas cada persona tenemos opiniones diferentes. Además considero que ambos docentes tienen aspectos positivos y negativos acerca de la manera de impartir la clase y, precisamente, este espacio es para expresar sugerencias buenas y malas. Gracias por permitir la libre expresión

Anónimo dijo...

En efecto Samuel, no uso el metro para llegar a la facultad. Me importa un bledo tus decepciones, no me mandó nadie a hablar bien de Palazón ni de José Enrique Covarrubias. De hecho lo hago no porque les ame, sino porque me parece que sus clases son buenas, para quien sabe escuchar y sabe a qué va a la facultad. No necesito hacer encuestas para estar segura de ello.
Además, escribo también porque me divierte la pasión con la que un chico veinteañero -pero eso si, de gran criterio y a quien pocas cosas le maravillan-, intenta reivindicar públicamente sus ardorosas opiniones. ¿Ya terminaste los trabajos de fin de semestre? ¿Cuántas materias quedaste a deber?

Un saludo, Vezcaly.

Pdt: ¿Dejarás en tu blog mi respuesta?

Samuel Walpole dijo...

Lo sabía. Sin embargo, te importan un bledo y aún así sigues leyendo y comentando. Deja de tener ese complejo de EMO o de escritor(a) censurado (a) para pensar que tus comentarios son peligrosos para mí o este blog. En realidad tu argumento es simplemente "son clases buenas, el tipo es inteligente" pero no generas en mí, o en quien me apoye, una pregunta de "ah, ¿por qué lo dirá? ¿qué le aportó estar en esa clase?" Me parece que has de ser de aquellos que entregan todos los trabajos y terminan bien en todas las materias, y al final solo se quedan con el recuerdito del 8, 9 o 10, pero no de qué tanto cambió en tí la clase. Por eso criticas a los que no sacan eso, o terminan debiendo alguna materia. Además tu burla se contradice, si te burlas de que (supones) escribe aquí algún "veinteañero (a)" puedo pensar que tú no lo eres. O eres fósil, o entraste tarde, y si es lo primero, deja de burlarte de que (supones) quedé a deber materias. Así como reconoces cosas mías, reconozco tu persistencia y que valores a los que saben escuchar. Saludos

Anónimo dijo...

El último comentario

Samuel, nunca me burlé de la posibilidad de que debieras materias y tampoco es una burla el decir que eres un chico veinteañero, pues lo eres y, por lo que dices, seguro debes alguna materia, pero, aunque, en efecto, yo no tenga ninguna materia reprobada, nada de ello es un crimen. Mis escritos son sólo una respuesta a lo acre de tus comentarios y a mi interés de poner de manifiesto que es muy complejo darse cuenta de manera inmediata, cuánto aportan a tu formación y tu crecimiento intelectual aquellos que te han dado clases. Es necesario tomar distancia para percatarse de que no sólo se trata de lo que puntualmente dice el profesor, sino de la forma en la que concibe su tarea docente, los objetivos que plantea para su curso, la manera en la que entiende lo que debe ser un historiador y lo que él pude aportar a los alumnos que han elegido ese oficio. Recuerdo con agrado un examen de José Enrique Covarrubias cuando nos preguntó qué era lo más característico de la Revolucion Francesa, luego de escribir dos cuartillas y darme cuenta de que nada de lo escrito me parecía adecuado, él me dió la respuesta, lo cual me pareció genial, pues con independencia de cuál fuera aquella, se trataba de un ejercicio que invitaba a la reflexión, a la construcción personal. Lo mismo me sucedió con Palazón, para quien elaboré un trabajo sobre la escala de valores donde, sin importar lo que hubiera yo escrito, ella me leyó con cuidado y me corrigio con atención y respeto. No todos los profesores se dan tiempo para ello, ni lo creen necesario, ni les parece que los alumnos lo merezcan. Así, pues, a pesar de que hay alumnos sobrados, que sólo asisten a clse para luego divertirse escribiendo sandeces y críticas fáciles, hay maestros que aun se toman la molestia de preocuparse por ellos. María Rosa Palazón y Enrique Covarrubias son de esos profesores, por lo que vale la la pena inscribirse a sus clases, aunque estas las den a las 8:00

Un saludo
Vezcaly

Euskadi dijo...

Vezcaly, me parece que no es un elogio que el profesor lea los trabajos, de hecho, considero que es la obligación de los docentes revisar tareas que solicitan. Además el escrito que solicitó Palazón como requisito en su materia lo calificó el adjunto no ella. Saludos

Anónimo dijo...

Sólo te voy a decir una cosa: se nota a leguas que obtuviste una calificación baja en su curso y que ni siquiera te enteraste de lo que trataba la clase.

Tus palabras no pueden estar más alejadas de la realidad. Para que te enteres, la Dra. Palazón acaba de recibir el Premio Universidad Nacional 2009 en Investigación en Humanidades, que es uno de los más altos honores que un académico puede recibir en México. Además, si como tú mismo has dicho, su clase está repleta de gente a pesar de ser tan temprano y si no es tan fácil pasar como con otros profesores, entonces es obvio que no es tan mala como quieres hacer creer. Cuando un profesor no es el único que da una materia y su clase está llena de gente de varios colegios a pesar de ser a las 8:00, entonces el profesor es o barco o muy bueno, y Palazón no tiene fama de ser precisamente barco, como evidentemente comprobaste en carne propia.

Hay que ser muy inmaduro y hay que estar muy ardido para publicar tanto veneno de una universitaria que se ha ganado el indiscutible prestigio del que la Dra. Palazón goza a nivel internacional. Hay alumnos que ni siquiera merecen estar en la UNAM.

Saludos, y espero que no borres este texto.

Raúl Quintanar

Anónimo dijo...

Si asistieras a clases, sabrías que en los últimos años la Dra. Palazón ha sido operada 2 veces, tiene mal las cervicales, se rompió 2 lumbares y se esguinzó la cadera. Con todo, ha llegado siempre a dar sus clases para los alumnos trabajadores, e incluso ha llegado con un corsé que le impedía moverse. Por lo mismo, la Dra. necesita que le carguen los materiales que usa en su clase.

Su ayudante es, como ella, filósofo. Se ha encargado de que los requisitos de la clase sean adecuados y de contestar preguntas.

Si hubieras ido a sus clases, y pensado un poco, le darías las gracias.

Atentamente,
Gabriel Martínez

Anónimo dijo...

jajajajaja... Yo tomé clase con ella y sí: el holon y su ejemplo de que el ladrillo del salón, el salón en la facultad, la facultad en la unam, la unam en la ciudad... es parte del HOLON. Una hueva. Pobre vieja.

TAG dijo...

Jajajajaja me encantó tu reseña sobre la "Doctora" Palazón, es genial, es exactamente lo que yo pienso de ella, sólo que yo la ataco más y la odio más.
Hice la maestría en Letras en la FFYL, y cometí el grave error de meter la materia Estética del siglo XX o algo así, que ella impartía, bueno ella y su asistente, en este caso era una mujer, pero casi lo mismo que mencionas sólo que ahora en asistente mujer.
Todo esto fue de agosto a diciembre de 2009, dios qué tormento. Clase más aburrida, la Dra. podía decir todas las incoherencias posibles, no se le escuchaba nada, había que estar al pendiente de sus labios, y sí, en momentos comienza a hacer unos sonidos guturales de lo más extraños. Qué horror. Cómo pude inscribirme a su materia, en fin, un semestre perdido y yo que pensé que iba a aprender mucho sobre estética del siglo XX.
Por cierto, a nosotros nos pidió que compráramos sus dos libros sobre estética, creo que es una burla, ella no hace más que parafrasear lo que otros filósofos han escrito y de hecho, incluye los textos originales de varios filósofos, pienso que para rellenar el libro, o sea qué clase de publicaciones tiene.
En fin, me da gusto saber que no fui la única que sintió esto con respecto a la Dra. Palazón, yo hasta pensé que yo era la que estaba mal.