Nota: Posiblemente se me acuse de derechista. No lo soy ni nunca lo he querido ser, en lo absoluto. Ni mucho menos izquierdista. Sin embargo, puede tachárseme de lo primero, repito, al leerse lo que aparece a continuación.
Nos encontramos ante un momento crítico en la Facultad de Filosofía y Letras. Un vendedor de porquerías, porque aunque muchos de los nuestros se las meten, no son buenas (adelante diré por qué) tuvo un pleito al golpes con unos tipos que iban en motocicleta... total, eso pasa en cualquier barrio bajo. El susodicho, escondiéndose entre los carros trataba de huir de algún destino incierto. Extrajo de su cartera lo que muchos ciudadanos honestos de nuestro país ganan en meses y lo depositó debajo de un carro. A continuación diez disparos se oían, de los cuales algunos dieron en el blanco. El susodicho corría hacia un espacio al lado de un puesto de dulces que todo lo vendía en ese entonces 15% o más caro que en una tienda común y corriente. Unos conocidos suyos(esa gente no tiene amigos) trataron de ayudarlo mientras corría su sangre por el piso. Unos chicos avisaron a la Biblioteca Central (el lugar más cercano donde había un medio de comunicación) sobre el herido, una joven estudiante de medicina trató de salvarlo deteniendo la hemorragia. No pudo. Posiblemente el tipo pensó en qué hacía ahí, en sus días en el reclusorio, no nos importa, solo sabemos que no pensó en cuántas vidas arruinó ni tampoco en qué le espera a este país con aquellos más jóvenes que él, que se encontraba en su tercera década y que jamás había estudiado frente a donde fue . Se fue. Vinieron los medios, Televisa, etc. y nuestra facultad apareció en noticieros de todo el mundo, para el que no fue gran sobresalto la noticia, cuando han oído otras que implican alumnos con armas que asesinan a mínimo treinta personas y después se suicidan. En sí, nuestras vidas no cambiaron mucho aquel martes. Y para aquellos que rumoraban que el tipo era yo, les demuestro que están equivocados. El descuido de este espacio se debió a la enorme densidad de trabajos y exámenes finales.
Pues sí, hubo a quiénes les cambió la vida esa serie de balazos que recibió el traficante anónimo. Una vigilancia sin precedentes, como si un rayo cayera dos veces en el mismo sitio. Un desalojo, por mutuo acuerdo, universal, de los comerciantes ambulantes en el pasillo que abarca de la parada del Puma Bus hasta la entrada de la Biblioteca Central, emblema indirecto de nuestra Casa de Estudios. Al día siguiente comenzaron las manifestaciones y descontentos, en las cuales nuestros compañeros de facultad no son muy expertos. Tanto los que vendían aretes, como los de libros, empanadas, cafés, revistas, periódicos, dulces, discos y películas piratas han estado expresando sus descontentos, mientras unas cintas de polímero amarillas cubren los sitios donde se encontraban, como si el homicidio no hubiera sido del traficante, sino del comercio, dudosamente legalizado, de aquellos individuos.
Se rumora, no hay nada escrito, que esto es un proceso para recuperar el Auditorio de nuestra facultad. El nombre de este predio (ya sea positivista o guerrillero) es lo de menos, el punto es que se ha convertido en propiedad privada. Es vivienda, bodega, lavadero, establo (te juro que hay perros) huerta, lienzo para grafitis, hotel, antro, galería de algo que se autodenomina arte, Cuartel general del CGH, (así aparece en Google Maps), fonda vegetariana, y uno de los principales sitios donde se distribuye droga... volvemos a lo mismo. La droga es fabricada por millonarios en laboratorios y sembradíos, distribuída internacionalmente por individuos que viven impunemente generando violencia y controlando indirectamente nuestras vidas. Ellos están detrás de muchos asaltos, secuestros, robos, y sin embargo su estructura tiene algo muy familiar... ¿capitalismo? ¡CLARO!, solo que a diferencia de Marlboro y Coca Cola, (cuyos productos se venden en la facultad también por tipos que se dicen Marxistas) ellos no pagan impuestos y tienen su propia ley, que al ser violada implica pena de muerte. No quiero entrar en discusiones partidistas pero por eso digo que las drogas son buenas. Ahora voten este 5 de julio por... es broma.
Pero entrando en política... ¿qué es lo que persigue Rectoría? Ellos fueron los que en un principio otorgaron concesiones para los comerciantes informales. Ahora están acusando a Narro de represor, cuando el tipo una vez recibió a Lucía Morett como si fuera medallista olímpica, o heroína nacional, cuando fue miembro de una organización guerrillera que roba, mata, secuestra, viola, y también en sus ratos libres lucha por los derechos humanos. No he entendido en qué se relacionan estos actos. Lo que sucede al parecer de esta humilde persona, Samuel Walpole, es que el hombre hizo pacto con la bestia. La fiera se le salió de control, y el hombre quiso matarla. En este pleito nosotros, ni autoridades ni vendedores, estamos de sobra. Tenemos derechos, pero ambos los están violando. El problema de fondo no está en la UNAM, sino en las instituciones de nuestro país, TODAS, en donde una manzana podrida echa a perder toda la canasta.
Y si esa manzana podrida es acribillada a balazos, la policía no hará mucho. Hasta pensarán que les ahorraron el trabajo, el cual seguramente ellos no hacen usualmente bien. No como en otros países, que asesino que mata asesino es juzgado, en lugar de tener cien años de perdón. Ustedes perdonarán que haya desviado el tema, y además de que muchos de los que han leído este blog me detestan, ¿por qué? nadie, como alumno, me ha dicho algo convincente. La única profesora que escribió aquí no entró en provocaciones. Sin embargo este hecho afecta grandemente la integridad de la facultad y lleva ya mucho tiempo. Se encuentra en una encrucijada que definirá la calidad de nuestra facultad como institución formadora de pensamiento. Buenas Noches, elijan bien.
Tarde
Hace 2 años
2 comentarios:
Buena reflexión. Sigue no más compadre.
eres una mierda. apaga la tele, pinche pendejo.
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